La ciencia es el ejercicio del derecho a tomar decisiones. Es el primero de los pecados, diría Nietzsche. No hace falta usar telescopios ni tubos de ensayo ni lograr cambiar más de un metro cuadrado de mundo: se hace ciencia al desafiar el status quo: al probar otro color de ropa, al experimentar con los ingredientes de la comida, al usar otras palabras para decir lo mismo, al usar las mismas palabras para decir otra cosa...

Partió un nuevo robot hacia Marte

El rover Curiosity tendrá un nuevo amiguito en las desoladas arenas marcianas, porque despegó la sonda InSight, que llegará en menos de seis meses al único planeta del Sistema Solar exclusivamente habitado por robots. El explorador metálico de 6 metros y 360 kg amartizará en Elysium Planitia para estudiar el suelo y los martemotos, y con suerte revelar algo del pasado y futuro geológicos del cuarto planeta. Luego, será usada como mesa de picnic por los primeros colonos.

Descubren el agujero negro más grande del universo

El hambre existe antes que la vida. El mayor depredador conocido: un agujero negro aún sin nombre que traga el equivalente a un Sol cada dos días y tiene el tamaño de 20.000 millones de Soles, brillando más que una galaxia entera. Si estuviera en el centro de la Vía Láctea, en la Tierra no habría noche... ni vida. Y así era hace 12.000 mda, porque las noticias viajan lento en el infinito espacio. Quizá hoy ya sea más grande que el universo...

Una babosa marina a energía solar

Elysia chlorotica podría ser tu vecina, pero es una babosa de mar de unos 5 cm que se las ingenió para sobrevivir exclusivamente a energía solar durante 8 meses, tras recolectar los cloroplastos de las algas una sola vez y ponerlos a su servicio como si fueran diminutos paneles solares. Aún se ignora cómo esta babosa hace funcionar los cloroplastos sin los núcleos de las células del alga. Cualquiera sea la respuesta, vamos muy atrasados tecnológicamente.

Turing nos regaló un filtro de agua super eficiente

Para Alan Turing —padre de la computación e Inteligencia Artificial—, todo en el universo era cuestión de programación binaria. Una de sus publicaciones teorizaba cómo un embrión puede programar la creación de tejidos sólo con la interacción de dos sustancias. Y ahora lograron crear la nanoestructura predicha, cuyo 1 m² resultó capaz de filtrar 125 litros por hora. Esta membrana tampoco es más que una estructura binaria de huecos y no huecos que ordena las moléculas.

Encuentran una correlación entre la respiración y la concentración

Se descubrió lo que podría ser una base de la meditación: el locus cerúleo se activa y desactiva con cada inhalación y exhalación, regulando los niveles de noradrenalina —un neurotransmisor implicado en la atención—. El problema es que esto es una respuesta al estrés, y no controla en qué se concentra uno (por defecto, es en huir); por eso lo útil es concencentrarse en la respiración misma, creando un circuito cerrado al que no pueden acceder otros pensamientos.

El movimiento es clave para la salud el cerebro

La salud cerebral y del sistema nervioso depende en gran medida de las señales enviadas por los grandes músculos (en particular, de las piernas). Esto se comprobó con ratones, en los cuales el número de células madre del cerebro se redujo un 70% tras restringir el movimiento de las patas, lo cual genera una cascada de efectos secundarios, comenzando por el empobrecimiento de la oxigenación hasta llegar a las protestas por el maltrato animal en nombre de la ciencia.

McDonald's es un buen anticonceptivo

Las mujeres que evitan la fruta y/o ingieren comida chatarra tardan más en quedar embarazadas. No sólo porque es difícil que lo logren comiendo hamburguesas, sino porque, aunque tengan sexo después, la probabilidad se reduce hasta un 41% durante el primer año de intentarlo. Por supuesto, esto va más allá del hecho de que la gente poco saludable/atractiva es menos embarazable: al parecer, este tipo de dieta causa infertilidad femenina, entre otros problemas.

Las personas más inteligentes tienen menos conexiones neuronales

Resulta ser que no es el tamaño del cerebro ni la cantidad de sus conexiones lo que hace a una persona inteligente, sino que unas pocas conexiones estén donde deben. La razón es más o menos la misma por la cual un equipo de fútbol con 100 jugadores sería peor que uno con 10 de los buenos. Cuanto menos sean, más fuertes serán sus conexiones y menos "ruido" habrá en el proceso. La riqueza no está en la abundancia sino en la economía.

Más noticias científicas