No sé si porque febrero es un mes pequeño, incluso cuando amaga a alcanzar el segundo puesto cada cuatro años, pero este fue un mes de pequeños pasos para la ciencia. Y, como cualquiera que haya mirado televisión el 21 de julio de 1969 sabe, de pequeños pasos se componen los grandes saltos. También se aplica para los saltos al abismo: un pequeño vaso de agua derramada hoy, será una catarata desperdiciada mañana.

La mitad de las ciudades se quedarán sin agua en 30 años

En el último medio siglo, la demanda de agua se triplicó gracias a la urbanización y la agricultura. Para el 2050, aumentará un 80% más, y el 55% de las ciudades (donde vive la mitad de la humanidad) tendrá un déficit de agua. El impacto puede reducirse bastante si se aplica la estrategia de dar prioridad al consumo humano directo y se usa lo que sobra para la agricultura y las industria, y no —como ahora— exactamente al revés.

Prueban el cohete Falcon Heavy

Después del despegue del cohete que nos llevará a Marte, este es el momento más emocionante de los últimos 50 años: la prueba de ese cohete. El lanzamiento fue igual que cualquier otro, pero el aterrizaje de sus propulsores fue angelical. Por desgracia, el cohete central se quedó sin combustible segundos antes de tocar la plataforma marina y cayó a pocos metros. Pero pudo lanzar al espacio un auto Tesla con la leyenda "Hecho en la Tierra por Humanos".

Descargan la mente de un gusano a una computadora

Las 300 neuronas del gusano C. Elegans son suficientes para que pueda buscar caminos, distinguir alimento y alejarse del peligro. La forma en que se conectan esas neuronas determina lo que hace. Y los científicos lograron replicar dicho conectoma en una computadora, obteniendo un gusano virtual que se comportó exactamente igual que el biológico, o sea, increíblemente aburrido.No es culpa de ellos: para inventar la teoría de la Relatividad, hacen falta 301 neuronas.

Una computadora adivina la música que alguien escucha

Mientras escuchamos música, las distintas partes del cerebro se encienden como si fuera un show de luces audiorítmicas. Ese show ya no es privado, porque, así como —según vimos el mes pasado— una Inteligencia Artificial es capaz de adivinar lo que uno ve, ahora las máquinas también pueden saber qué canción escuchamos, sólo analizando nuestras ondas cerebrales. Las aplicaciones son innumerables: es decir, cero. Por ahora...

La cárcel reduce el autocontrol

Según un estudio, pasar sólo tres meses en prisión aumenta la toma de riesgos. Por lo tanto, en principio, los exconvictos son menos capaces de vivir de acuerdo a las normas sociales que antes de ser encarcelados. Y piénsese que el estudio fue en Holanda, uno de los países con las cárceles más humanitarias. En contraste, los tres meses aumentan la capacidad de planificación, que puede usarse para evitar ser atrapado la próxima vez. Así todos conservan sus trabajos.

Las termitas ahora son oficilamente cucarachas

Tras décadas de acumular evidencia genética, los especialistas llegaron a un acuerdo: las termitas pertenecen a la familia de las cucarachas (Blattodea). La sospecha comenzó con los microbios de sus sistemas digetivos que digieren madera, idénticos en ambas especies. Puede decirse que son "cucarachas sociales", ya que en algunos casos llegan a convivir de a 3 millones. Al menos no las degradaron a "cucarachas enanas", como a Plutón.

Las mujeres con hijos son 11 años más viejas

Se ha descubierto que el ADN de las mujeres que han tenido hijos es equivalente al de una mujer sin hijos 11 años mayor. De algún modo, al convertirse en madres, se acortan sus telómeros (esas cositas en las puntas de los cromosomas que determinan cuánto puede dividirse una célula para reparar el cuerpo y mantenerlo joven). Esto no implica que mueran antes. Morir joven y vivir viejo son biológica y gramaticalmente opuestos.

Cuando morimos, las células quieren renacer

Después la muerte "oficial" que determina un médico, la mayoría de nuestras células siguen vivas por un par de días. El descubrimiento fantástico que hicieron al examinar qué hacen esas células es que intentan fabricar proteínas que sólo se encuentran en los embriones. Que no se diga de nadie, entonces, que no luchó hasta último momento. Pero lo que pasa en realidad es que no hay órdenes del cerebro que inhiban este comportamiento.

Es posible meter átomos dentro de átomos

Normalmente, entre un electrón y el núcleo atómico, no hay nada: tanto espacio que cabrían otros muchos átomos más pequeños. 170, para ser exactos, porque eso es lo que lograron mediante simulaciones, lo que da por resultado un polarón de Rydberg, una cuasipartícula cercana al cero absoluto cuyos electrones orbitan varios núcleos. Así se sientan las bases para el contrabando de átomos, para cuando la materia sea ilegal en el universo.

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