El problema de las trayectorias interplanetarias en la ciencia ficción
La historia se repite al revés.
27/9/20
Una invasión extraterrestre se acerca a la Tierra o una expedición humana se aventura hacia donde nunca nadie "estuvo antes": son escenas típicas, repetidas incansable pero necesariamente. Son como el puré del cine. Pero, ¿y si hemos estado haciendo el puré mal? ¿O si, simplemente, hay formas diferentes de hacerlo para potenciar el sabor del resto del plato? Sobre esto reflexionaré hoy muy brevemente...
Por enésima vez vi una película de ciencia ficción en donde una nave pasa frente a los planetas del Sistema Solar, uno por uno, en orden. ¿No es sospechoso?
El primer problema es tan vidente como la nada misma: Es lógico que hay muchas más probabilidades de entrar o salir del Sistema Solar por un espacio completamente vacío, sin llegar a ver planeta alguno más que como una estrella lejana. Pasar cerca de sólo uno de los planetas es tan difícil como hacerse una aguja en un pajar.
Entiendo perfectamente que el recurso sirve para dar una sensación de progreso y familiaridad al espectador. Incluso sería verosímil (aunque nunca usual en Hollywood) que las masas planetarias se estén usando para impulsar a las naves, etcétera.
Pero, más allá de lo improbable de esta trayectoria característica, incluso aunque ese fuera exactamente el itinerario de la nave, el problema es que los planetas aparecen siempre en orden de distancia al Sol.
Esto puede parecer totalmente lógico, pero es más ilógico que otra cosa. Bien podría darse la mayor parte del tiempo una situación "desordenada" como esta:
En este caso de tantos posibles, el orden de los planetas sería 3, 1, 0, 2, 5... Pero podría ser prácticamente cualquiera. Y lo es la mayor parte del tiempo. Ya sé que es perturbador, como cuando abriste un libro por primera vez y notaste que las letras no estaban ordenadas de la A la Z. ¡Madness!
Y a esta versión naturalista que acabo de presentar no la vi jamás en una obra de ciencia ficción, ni siquiera en libros de grandes autores del género. Los viajantes interplanetarios, terrícolas o alienígenas, no tendrían ni idea de si van en dirección a la Tierra por el sólo hecho de pasar cerca de un planeta más externo.
Hay algo en la ciencia ficción que la diferencia de otros géneros. Como su nombre lo indica, es mitad arte, fantasía, y mitad ciencia, conocimiento. Pero esta no es una queja de "inexactitud científica". No soy el aguafiestas de Neil deGrasse Tyson (si fuera por él, todas las batallas espaciales serían en absoluto silencio).
Yo no pretendo que la ficción científica sea realista, sino que me haga cuestionar mi lugar en el universo. El percance es que incluso la parte artística se ve corrompida con esta repetición insensata de los planetas "ordenados", simplemente porque no es creativa. Con esta mentalidad, un músico compondría cosas como esta:
(En clave de Sol, obviamente.)
Todo esto me hace pensar en lo infantil que es el Hombre moderno, acostumbrado a recitar versos de memoria, a ordenar las cosas alfabéticamente porque sí. Claro que eso es útil a veces, pero la realidad es que no hay razón alguna para que el alfabeto tenga el orden con que se lo presenta usualmente... más allá de comprobar si alguien es analfabeto.
El orden en que aparece cada planeta en las películas depende en realidad de su distancia al Sol, no a la Tierra. En este sentido, la historia se repite al revés: somos heliocentristas cuando deberíamos ser geocentristas.
No es nuevo: Asumimos que las cosas son, ya ni siquiera como las vemos, sino como las vimos en los libros escolares. Así que actualicemos la memoria...
Una alineación de los ocho planetas es prácticamente imposible debido a las peculiaridades de sus órbitas (no están todas en el mismo plano). Puede que se vean perfectamente alineados desde arriba o desde un costado, pero no hay que ilusionarse con que realmente puedan unirse todos con una línea recta en el espacio tridimensional.
Claro que cuando uno está en la cuna siempre los ve desde abajo.
Pueden, sin embargo, quedar "más o menos" en una misma franja de millones de kilómetros de ancho, pero esto ocurre solamente una vez cada... tanto que nadie ha hecho los cálculos. Pero nótese que en el ejemplo, aunque estén alineados en uno de los ejes, los planetas ni siquiera están en el orden de las películas. Eso tomaría una eternidad. O tal vez media. Pero es mucho igual. Sobre todo para mí. No tengo tiempo para andar buscando la inmortalidad.
Por enésima vez vi una película de ciencia ficción en donde una nave pasa frente a los planetas del Sistema Solar, uno por uno, en orden. ¿No es sospechoso?
El primer problema es tan vidente como la nada misma: Es lógico que hay muchas más probabilidades de entrar o salir del Sistema Solar por un espacio completamente vacío, sin llegar a ver planeta alguno más que como una estrella lejana. Pasar cerca de sólo uno de los planetas es tan difícil como hacerse una aguja en un pajar.
Entiendo perfectamente que el recurso sirve para dar una sensación de progreso y familiaridad al espectador. Incluso sería verosímil (aunque nunca usual en Hollywood) que las masas planetarias se estén usando para impulsar a las naves, etcétera.
Pero, más allá de lo improbable de esta trayectoria característica, incluso aunque ese fuera exactamente el itinerario de la nave, el problema es que los planetas aparecen siempre en orden de distancia al Sol.
Esto puede parecer totalmente lógico, pero es más ilógico que otra cosa. Bien podría darse la mayor parte del tiempo una situación "desordenada" como esta:
En este caso de tantos posibles, el orden de los planetas sería 3, 1, 0, 2, 5... Pero podría ser prácticamente cualquiera. Y lo es la mayor parte del tiempo. Ya sé que es perturbador, como cuando abriste un libro por primera vez y notaste que las letras no estaban ordenadas de la A la Z. ¡Madness!
Y a esta versión naturalista que acabo de presentar no la vi jamás en una obra de ciencia ficción, ni siquiera en libros de grandes autores del género. Los viajantes interplanetarios, terrícolas o alienígenas, no tendrían ni idea de si van en dirección a la Tierra por el sólo hecho de pasar cerca de un planeta más externo.
Hay algo en la ciencia ficción que la diferencia de otros géneros. Como su nombre lo indica, es mitad arte, fantasía, y mitad ciencia, conocimiento. Pero esta no es una queja de "inexactitud científica". No soy el aguafiestas de Neil deGrasse Tyson (si fuera por él, todas las batallas espaciales serían en absoluto silencio).
Yo no pretendo que la ficción científica sea realista, sino que me haga cuestionar mi lugar en el universo. El percance es que incluso la parte artística se ve corrompida con esta repetición insensata de los planetas "ordenados", simplemente porque no es creativa. Con esta mentalidad, un músico compondría cosas como esta:
(En clave de Sol, obviamente.)
Todo esto me hace pensar en lo infantil que es el Hombre moderno, acostumbrado a recitar versos de memoria, a ordenar las cosas alfabéticamente porque sí. Claro que eso es útil a veces, pero la realidad es que no hay razón alguna para que el alfabeto tenga el orden con que se lo presenta usualmente... más allá de comprobar si alguien es analfabeto.
El orden en que aparece cada planeta en las películas depende en realidad de su distancia al Sol, no a la Tierra. En este sentido, la historia se repite al revés: somos heliocentristas cuando deberíamos ser geocentristas.
No es nuevo: Asumimos que las cosas son, ya ni siquiera como las vemos, sino como las vimos en los libros escolares. Así que actualicemos la memoria...
Una alineación de los ocho planetas es prácticamente imposible debido a las peculiaridades de sus órbitas (no están todas en el mismo plano). Puede que se vean perfectamente alineados desde arriba o desde un costado, pero no hay que ilusionarse con que realmente puedan unirse todos con una línea recta en el espacio tridimensional.
Claro que cuando uno está en la cuna siempre los ve desde abajo.
Pueden, sin embargo, quedar "más o menos" en una misma franja de millones de kilómetros de ancho, pero esto ocurre solamente una vez cada... tanto que nadie ha hecho los cálculos. Pero nótese que en el ejemplo, aunque estén alineados en uno de los ejes, los planetas ni siquiera están en el orden de las películas. Eso tomaría una eternidad. O tal vez media. Pero es mucho igual. Sobre todo para mí. No tengo tiempo para andar buscando la inmortalidad.