El Hombre ha admirado las estrellas desde tiempos inmemoriables, quizás desde el mismo momento en que se obsesionó con rellenar el primer párrafo de cada texto con declaraciones superfluas y aburridas que todo el mundo sabe. En honor a esas dos tradiciones milenarias, aprendamos cómo ubicar la estrella más grande, la más brillante y la más cercana, junto con mi siempre original literatura.

La estrella más cercana: Próxima Centauri

Saber dónde queda la estrella más cercana es muy útil, tanto sea para impresionar a una dama como ante un eventual naufragio extraplanetario en el que acosen las ganas de ir al baño. Si esto te ocurre, no es recomendable hacerlo dentro del traje espacial (si bien los astronautas usan pañales, éstos difícilmente soporten algo más que líquido). No viene mal, entonces, saber dónde queda el planeta más cercano para hacer lo que mejor sabemos hacer: cagarlo.

Y da la casualidad de que el planeta más cercano, sin contar a los del Sistema Solar, orbita en la estrella de al lado de la estrella más cercana. Así que mataremos dos pájaros de un tiro (o más si los pájaros estaban embarazados). Pero volvamos a la astronomía: identificaremos la estrella y el planeta más cercanos antes de que sea demasiado tarde.

Tal como advierte su tarjeta de presentación, Próxima Centauri es la estrella más próxima (a 4,2 años luz). Su apellido se debe a que pertenece a la constelación Centaurus.



Si bien Próxima no es visible en sí misma, está muy cerca de Alfa Centauri A, que está prácticamente a la misma distancia y sí puede verse con facilidad debido a su enorme brillo (es, obviamente, la segunda estrella más cercana). (En realidad, Alfa Centauri son dos estrellas muy cercanas –Alfa Centauri A y B– que se ven como una desde la Tierra, y es muy probable que Próxima Centauri orbite al rededor del mismo punto del espacio que esas dos, por lo que también se la llama Alfa Centauri C.)

A su derecha, Beta Centauri es la que tiene el exoplaneta más cercano. Enseñé a ubicar a α y β Cen para encontrar el Sur celeste en Cómo orientarse por las estrellas (insisto en que lo leas antes de continuar) (Te estoy mirando).

El brazo corto de la Cruz del Sur prácticamente señala la ubicación de Alfa Centauri B, y de allí en más es muy simple encontrar la posición de Próxima Centauri, aunque permanezca invisible debido a que, mientras que Alfa Centauri es apenas más grande que el Sol, Próxima tiene poco más que el 10% de su diámetro.


Otro motivo para hablar de Próxima a pesar de su invisibilidad es que de esta estrella podemos deducir un dato interesante: ya que es una enana roja y a la vez es la estrella más cercana y no es visible a simple vista, se concluye que ninguna enana roja puede verse a simple vista. Dicho dato parece menos estúpido si se comprende que la mayoría de las estrellas del universo conocido son enanas rojas (pero prefieren que las llamen "estrellas pequeñitas"). Si todas ellas fuesen como la que veremos luego, la más brillante, la noche sería prácticamente blanca.



Como dije, Próxima está a 4,22 años luz. No parece muy próxima: viajando a 40.000 km/h, que es la velocidad mínima necesaria para escapar de la gravedad de la Tierra, tardaríamos en llegar unos 113.900 años. La mala noticia (de la mala noticia) es que, para ese entonces, Próxima ya no será la estrella más cercana: dejará de serlo dentro de unos 10.000 años y será reemplazada por la inquieta Estrella de Barnard, que es la estrella con mayor movimiento aparente del cielo terrestre y actualmente ocupa el sitio de la cuarta estrella más cercana, a 5,98 años luz, después de las tres Alfa de Centaurus mencionadas, de quienes, para que no se peleen, diremos que son todas la más cercana.

La estrella más brillante: Sirio

Obsérvese bien esta imagen. Contiene no sólo a Sirio sino también al resto de las estrellas que usaremos para encontrarla en poco segundos entre miles de millones de otras estrellas (con miles de millones de planetas a su alrededor). Podrás sentir orgullo por tal hazaña o notar que aún te faltan conocer miles de millones menos una. También es posible que sientas frío o hambre o ganas de saber qué se siente ser un elefante y rascarse la oreja con la trompa. Son cosas que pasan.

Sirio (o Alfa Canis Maioris o α CMa) es en realidad otra estrella binaria, pero, por el bien de tu salud mental, haremos de cuenta que es sólo una. Su nombre, obviamente, significa "brillante" y se lo debemos a los antiguos griegos, que no eran muy buenos astrónomos pero sí hablaban muy bien el griego. Es relativamente fácil ubicarla encontrando primero a la famosa constelación de Orión.



Bueno, también es fácil ubicarla porque es la más brillante del cielo, como en la imagen, excepto porque no trae el nombre arriba. Las estrellas del cinturón de Orión (o "Las tres Marías") están bastante alineadas con Sirio, así que esa es otra señal. Nótese que Orión puede aparecer de costado o de cabeza, dependiendo del hemisferio en que esté el observador, de la época del año y de que se esté sujetando mal la cámara. [Pasa el cursor sobre cada estrella para aprender su nombre.]

Una forma de asegurarse de que hemos encontrado esta estrella es buscar el triángulo casi perfectamente equilátero que se forma entre Sirio, Proción y Betelgeuse. Proción pertenece a la constelación Canis Minor, y Betelgeuse es el hombro de Orión y la segunda más brillante de esa constelación (la primera es Rigel, del lado opuesto).



Se denomina Triángulo Invernal porque es mayormente visible en invierno desde el hemisferio Norte, pero en verano desde el Sur. Sus tres estrellas están entre las diez más brillantes del cielo terrestre: ya sabemos que Sirio es la primera; Proción es la octava y Betelgeuse, la novena. Yo la hubiera llamado "Beethoven" y todo hubiese cerrado perfecto.

La estrella más grande: Betelgeuse

Ya deberías saber ubicarla: Betelgeuse es el hombro de Orión, por lo que también se la conoce como α Orionis. Está a 642 años luz, es decir, 40 millones de veces más lejos que el Sol, lo cual es una suerte porque, si esta estrella ocupara el lugar de la nuestra, estaríamos dentro de ella (junto con Marte y Júpiter).


A pesar de ser mucho más grande, Betelgeuse es considerablemente menos brillante que Sirio. Y tampoco es la más colosal: Si tuviésemos visión de telescopio, llegaríamos a distinguir estrellas 150 veces más masivas que el Sol, 2.000 veces más grandes, 10 millones de veces más luminosas, 5 mil millones de veces más voluminosas y con vientos estelares 10 mil millones de veces más fuertes (que no dejarían circuito electrónico intacto ni astronauta con esqueleto a cien veces la distancia del Sol); están, por lo general y por suerte, a muchos miles de años luz de nosotros (lo cual, al mismo tiempo, significa que no están ahí, sino que estuvieron hace muchos miles de años; las noticias corren lento en el espacio).


Deberemos conformarnos con Betelgeuse, la estrella más grande que se puede ver (a menos que yo esté cerca). Ya sabes dónde está, muy cerca de la más brillante y no tanto de la más cercana. No es poco saber...