Este ha sido un mes glorioso para la ciencia, principalmente por el experimento que podría cambiar la física para siempre si se repite el mismo resultado: una partícula viajando más rápido que la luz. Es algo muy inesperado como para tomarlo a la ligera, pero eso es lo excitante de ciencia: equivocarse es fácil; menos uno, cualquier camino conduce al error. Pero, para llegar a la verdad, hay mucho por recorrer...

Descubren que la sangre joven rejuvenece el cerebro

Un par de experimentos demostró que la sangre de los ratones jóvenes tiene efectos rejuvenecedores en el cerebro de los viejos (genera nuevas neuronas), mientras que la sangre de éstos acelera el deterioro neuronal de los primeros. Como el cerebro es impermeable a la sangre, se concluye que los cambios los produce una proteína presente en la sangre más nueva, la eotaxina. Esto podría originar nuevos medicamentos u oleadas de vampiros con dentadura postiza.

Miden una partícula más veloz que la luz

La ciencia está en shock por el descubrimiento de un neutrino que viaja 6 km/s más rápido que la luz. Aunque hay un pequeño margen de error y esto debe comprobarse varias veces antes de ser un shock oficial, no viene mal para recordar que cualquier cosa que aparentemente viole las leyes de la física, en realidad sólo viola nuestro conocimiento de ellas. En este momento muchos científicos se mecen acurrucados bajo la ducha repitiendo "estoy sucio"...

Tenemos neuronas especializadas en reconocer animales

Tenemos unas neuronas en la amígdala que se activan al ver un animal y nos hacen sentir miedo o ternura, según el caso. Eso permite que tengamos una parte de la atención siempre en la criatura, por nuestra o su seguridad. Gracias a esa atención emotiva, los animales son inmunes a nuestra ceguera al cambio. Esto no pasa al ver objetos o personas, lo cual evita que cada vez que veamos un objeto tengamos el impulso de acariciarlo o gritar desde una silla.

Logran reproducir lo que una persona está viendo

Mediante un escáner de imágenes por resonancia magnética, el neurólogo Jack Gallant logró leer y reconstruir las imágenes que alguien estaba percibiendo en tiempo real. La película no es precisa, pero lo compensa con un surrealismo asombroso. Lo que los sensores captan no está en el ojo, sino en la imaginación, por lo que, cuando esta técnica se refine, yo podría filmar una película con sólo imaginarla (probablemente prohibida para menores). ¿No pagarías por eso?

Las papas fritas producen efectos similares a los de la marihuana

Al ingerir papas fritas, nuestro sistema digestivo genera inmediatamente sustancias que reducen el estrés y elevan la sensación de bienestar y el apetito. Esta reacción sería un incentivo evolutivo para asegurar la ingestión de grasas normalmente escasas en la naturaleza. Las sustancias estimuladas por las papas fritas son nada menos que endocanabinoides, por lo que tienen el mismo efecto que la marihuana, excepto por que una de las dos no engorda.

Comienzan a diseñar plantas nucleares para Marte y la Luna

Increíblemente, las naves actuales funcionan a baterías, y la energía solar no alcanza para viajes interplanetarios. Por eso, probarán el primer reactor nuclear espacial en 2012. Del tamaño de una maleta y refrigerado por metal líquido, este reactor proporcionaría 40 kW a cualquier nave y se reutilizaría para energizar bases extraterrestres. La desventaja de un reactor de fisión es que, si algo sale mal en el despegue, vamos a brillar en la oscuridad.

El meteorito que NO mató a los dinosaurios

La causa de la extinción de los dinosaurios nunca estuvo clara. La teoría más divulgada es que un meteorito acabó con ellos, pero no cualquier meteorito, sino de un fragmento del asteroide Baptistina, eyectado tras una colisión. Pero nuevos datos estiman que la colisión tuvo lugar mucho después y que los fragmentos no pudieron haber llegado a tiempo para la extinción masiva, cuyo responsable sigue siendo un misterio. Para mí... fue el mayordomo.

Microorganismos contra la ansiedad y la depresión

Descubrieron que una dieta rica en bacterias probióticas -como el Lactobacilo, presente en los lácteos- tiene un efecto tranquilizador en ratones, reduciendo el nivel de hormonas asociadas al estrés. Claro que a nosotros nos da lo mismo si los ratones están relajados o se arrancan los pelos mientras pregonan el fin del mundo, pero son muy parecidos a nosotros y el descubrimiento podría beneficiarnos con nuevas terapias para trastornos de la conducta.

Asteroides en cautiverio

Hablando de asteroides y trastornos mentales: los chinos piensan atraer asteroides a la Tierra para explotación minera. La mayoría de ellos (los asteroides, no los chinos) pasan demasiado lejos de la Tierra como para que su gravedad pueda atraparlos, pero ellos (los chinos, no los asteroides) dicen que con un pequeño empujón podrían lograr que entren en una órbita momentánea. Yo creo que es mejor tenerlos lejos (a los asteroides y a los chinos).

Comprueban la relación entre el tamaño de los dedos y la sexualidad

Un nuevo descubrimiento demuestra que la proporción hormonal durante la gestación afecta al tamaño de los dedos y que éstos reflejan características sexuales de la persona, validando parte de mi Quiromancia Científica^©. Concretamente, el estrógeno (hormona femenina) hace crecer al índice, mientras que la testosterona (hormona masculina), al anular; ergo, cuanto más largo es este último en un individuo, más sabio es no darle la espalda.

Rendimos más si competimos contra nosotros mismos sin saberlo

En un experimento psicofísico de realidad virtual con bicicletas estáticas, se hizo competir a unos ciclistas contra una copia de sí mismos en su mejor momento, por lo que ganar era difícil. Sin embargo, algunos participantes no lo sabían y pusieron mayor empeño en superar esos (sus) propios límites, y lograron superarlos. El corolario es sorprendente: competir es más fácil que intentar superarse. Quizás por eso la inteligencia no es una disciplina olímpica.

Crean una rata con cerebelo artificial

A pesar de su pequeño tamaño, el cerebelo contiene cerca del 50% de las neuronas del cerebro y, a través de 200 millones de conexiones, coordina la información sensorial con la respuesta motora. Este órgano esencial fue reemplazado con éxito en una rata por un chip. El cerebelo de las ratas no es tan complejo como el nuestro -porque rara vez tocan fantasías de Chopin-, pero con el progreso de la ciencia, algún día lograremos ser tan inútiles como ellas.

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